EINSTEIN, UN GENIO CON HUMOR

Albert Einstein gozó de una rapidez mental propia de un genial humorista, lo que quedó comprobado en esta serie de anécdotas.

Un periodista le preguntó a Einstein "¿Me puede Ud. explicar la Ley de la Relatividad?" y Einstein le contestó "¿Me puede Ud. explicar cómo se fríe un huevo?". El periodista lo miró extrañado y le contesta "Pues, sí, sí que puedo", a lo cual Einstein replicó "Bueno, pues hágalo, pero imaginando que yo no se lo que es un huevo, ni una sartén, ni el aceite, ni el fuego".

Durante el nazismo Einstein, a causa de ser judío, debió de soportar una guerra en su contra urdida con el fin de desprestigiar sus investigaciones. Uno de estos intentos se dio cuando se compilaron las opiniones de 100 científicos que contradecían las de Einstein, editadas en un libro llamado "Cien autores en contra de Einstein". A esto Einstein respondió: "¿Por qué cien? Si estuviese errado haría falta solo uno".

En una conferencia que Einstein dio en el Colegio de Francia, el escritor francés Paul Valery le preguntó: "Profesor Einstein, cuando tiene una idea original, ¿qué hace? ¿La anota en un cuaderno o en una hoja suelta?" A lo que Einstein respondió: "Cuando tengo una idea original no se me olvida".

Einstein tuvo tres nacionalidades: alemana, suiza y estadouni­dense.
Al final de su vida, un periodista le preguntó qué posibles repercusiones habían tenido sobre su fama estos cambios. Ein­stein respondió: "Si mis teorías hubieran resultado falsas, los esta­dounidenses dirían que yo era un físico suizo; los suizos, que era un científico alemán; y los alemanes que era un astrónomo judío".

En 1919, Einstein fue invitado por el inglés Lord Haldane a compartir una velada con diferentes personalidades. Entre éstas había un aristócrata muy interesado en los trabajos del físico. Tras una larga conversación, elinglés explicó a Einstein que había perdido recientemente a su mayordomo y que aún no había encon­trado un sustituto. "La raya del pantalón la he tenido que hacer yo mismo, y el planchado me ha costado casi dos horas". A lo que Einstein comentó: "Me lo va a decir a mi. ¿Ve usted estas arrugas de mi pantalón? Pues he tardado casi cinco años en conseguirlas."

En una reunión social Marilyn Monroe se cruzó con Albert Einstein, ella le sugirió lo siguiente: "Qué dice profesor, debería­mos casarnos y tener un hijo juntos. ¿Se imagina un bebe con mi belleza y su inteligencia?". Einstein muy seriamente le respondió: "Desafortunadamente temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia".

Se cuenta que en una reunión social Einstein coincidió con el actor Charles Chaplin. En el transcurso de la conversación, Ein­stein le dijo a Chaplin: "Lo que he admirado siempre de usted es que su arte es universal; todo el mundo le comprende y le admira". A lo que Chaplin respondió: "Lo suyo es mucho más digno de res­peto: todo el mundo lo admira y prácticamente nadie lo comprende".