En 1976, el corredor de carreras Niki Lauda había ganado cuatro de las primeras seis carreras, obteniendo el segundo puesto en las otras dos. Al final de la novena carrera, disputada en Brands Hatch, había obtenido 61 de los puntos del mundial, más del doble de los que llevaba su más inmediato perseguidor, Jody Scheckter.
Su segundo campeonato del mundo consecutivo parecía limitarse ya a una formalidad, hecho que no se producía desde las temporadas de 1959 y 1960 en que lo había logrado Jack Brabham.
Sin embargo, en la siguiente carrera, el Gran Premio de Alemania en Nürburgring, Lauda sufrió un gravísimo accidente que le provocó quemaduras en la cabeza y el cuerpo, además de fracturas e intoxicación por los vapores tóxicos que desprendía el combustible en llamas. Estuvo al borde de la muerte, hasta tal punto que un sacerdote le administró la extremaunción. A pesar de ello volvió a las pistas tan sólo seis semanas después.
Durante la forzada ausencia de Lauda, el inglés James Hunt había reducido la ventaja de Lauda en el campeonato a tan sólo 3 puntos. En una pista peligrosamente mojada, Lauda se retiró tras realizar dos vueltas, asegurando que consideraba inseguro continuar en tales condiciones. Al haber perdido sus cejas el agua entraba en los ojos del piloto impidiéndole así la visión. Finalmente Hunt, al lograr la tercera ubicación, se quedó con el trofeo.
La Scudería no le perdonó nunca este abandono, teniendo el piloto que soportar una relación sumamente tensa a partir de entonces.
A pesar de ello, Niki obtuvo el bicampeonato en 1977, y repitió la hazaña con McLaren, contra todo pronóstico, en 1984.
Por Gabriel Real | La Sodera 2012
Su segundo campeonato del mundo consecutivo parecía limitarse ya a una formalidad, hecho que no se producía desde las temporadas de 1959 y 1960 en que lo había logrado Jack Brabham.
Sin embargo, en la siguiente carrera, el Gran Premio de Alemania en Nürburgring, Lauda sufrió un gravísimo accidente que le provocó quemaduras en la cabeza y el cuerpo, además de fracturas e intoxicación por los vapores tóxicos que desprendía el combustible en llamas. Estuvo al borde de la muerte, hasta tal punto que un sacerdote le administró la extremaunción. A pesar de ello volvió a las pistas tan sólo seis semanas después.
Durante la forzada ausencia de Lauda, el inglés James Hunt había reducido la ventaja de Lauda en el campeonato a tan sólo 3 puntos. En una pista peligrosamente mojada, Lauda se retiró tras realizar dos vueltas, asegurando que consideraba inseguro continuar en tales condiciones. Al haber perdido sus cejas el agua entraba en los ojos del piloto impidiéndole así la visión. Finalmente Hunt, al lograr la tercera ubicación, se quedó con el trofeo.
La Scudería no le perdonó nunca este abandono, teniendo el piloto que soportar una relación sumamente tensa a partir de entonces.
A pesar de ello, Niki obtuvo el bicampeonato en 1977, y repitió la hazaña con McLaren, contra todo pronóstico, en 1984.
Por Gabriel Real | La Sodera 2012