Con la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas aliadas dividieron la Alemania vencida en cuatro zonas, cada una de ellas ocupadas por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia o la Unión Soviética, según lo acordado en la Conferencia de Potsdam. Lo mismo ocurrió con la capital alemana, Berlín.
A medida que la relación entre la Unión Soviética y las otras tres potencias aliadas se desintegraba rápidamente, la atmósfera cooperativa de la ocupación alemana se tornaba competitiva y agresiva. A pesar que se especulaba con una eventual reunificación de Alemania, las nuevas relaciones entre los aliados dividían al país en Oeste frente a Este, democracia frente a comunismo.
En 1949, la nueva organización alemana pasó a ser oficial cuando las tres zonas ocupadas por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, se combinaron para formar Alemania del Oeste (República Federal Alemana). La zona ocupada por la Unión Soviética pronto formó Alemania del Este (República Democrática Alemana).
La misma división entre Este y Oeste tuvo lugar en Berlín. Dado que la ciudad de Berlín había quedado situada dentro de la zona soviética de ocupación, Alemania del Oeste se convirtió en una isla de democracia dentro de Alemania del Este Comunista.
Poco después de concluida la guerra, las condiciones de vida en Alemania del Este y Alemania del Oeste tomaron características muy diferentes. Con la ayuda y apoyo de las potencias de ocupación, Alemania del Oeste dio forma a una sociedad capitalista y experimentó un crecimiento tan veloz de su economía que pasó a ser conocida como el “milagro económico”. Trabajando duro, los habitantes de Alemania del Oeste podían vivir bien, adquirir bienes y servicios, y viajar cuando lo deseaban.
En Alemania del Este ocurría casi lo opuesto. Como la Unión Soviética percibía la zona como un botín de Guerra, desguazaba equipamientos fabriles y todo aquello de valor para enviarlo a casa. Cuando Alemania del Este pasó a ser “independiente”, permaneció bajo la influencia directa de la Unión Soviética, y se estableció una sociedad comunista. Las libertades económicas e individuales eran limitadas.
Para fines de 1950, gran cantidad de habitantes de Alemania del Este deseaba marcharse a Berlín Oeste. Si bien muchos eran detenidos en su intento, miles lograban pasar a través de la frontera. Una vez que habían cruzado, eran albergados en casas seguras y luego transportados por vía aérea a Alemania del Oeste.
Muchas de estas personas que escaparon eran jóvenes y promisorios profesionales. Para comienzos de 1960, Alemania del Este perdía rápidamente su fuerza laboral y población.
Tras alcanzar los 2.5 millones de emigrantes en 1961, Alemania del Este necesitaba desesperadamente detener el éxodo. La ruta de fuga natural era el sencillo acceso que los alemanes del este tenían a Berlín Oeste. Con el apoyo de la Unión Soviética, habían tenido lugar varios intentos de simplemente tomar Berlín Oeste para eliminar el punto de escape. Si bien la Unión Soviética había amenazado a Estados Unidos con el uso de armas nucleares por este tema, Estados Unidos y otros países occidentales mantenían la defensa de Berlín Oeste.
Desesperada por mantener sus ciudadanos, Alemania del Este decidió construir un muro para impedir que cruzaran la frontera.
Pasada la medianoche del 12/13 de agosto de 1961, camiones con soldados y obreros atravesaron Berlín Este. Mientras la mayor parte de los berlineses dormía, comenzaron a bloquear las calles de acceso a Berlín Oeste, cavaron pozos para erigir postes de concreto y tendieron alambradas a lo largo de la frontera entre Berlín Este y Oeste. También cortaron los cables telefónicos entre Alemania del Este y Oeste.
Los berlineses quedaron impactados cuando despertaron la mañana siguiente. Lo que alguna vez había sido una frontera abierta ahora era rígida. Los berlineses del este ya no podían cruzarla para ir al teatro, partidos de fútbol, etc. Las 60,000 personas que viajaban diariamente a Berlín Oeste para trabajar en empleos bien pagos, ya no podían hacerlo. Las familias, amigos y enamorados, ya no podían cruzar la frontera para verse unos a otros. Sea cual fuera el lado de la frontera en que habían dormido durante la noche del 12 de agosto, allí quedarían durante décadas.
El Muro de Berlín se extendía por más de cientos de kilómetros. No corría sólo por el centro de Berlín, sino que rodeaba Berlín Oeste, aislándola por completo del resto de Alemania del Este.
El muro sufrió cuatro transformaciones significativas durante sus 28 años de historia. Comenzó siendo una cerca alambrada con postes de concreto, pero sólo unos días después fue reemplazada por una estructura de bloques de concreto más permanente, coronada con alambre de púas
Las dos primeras versiones del muro (la alambrada y los bloques de concreto) fueron reemplazadas por la tercera versión del Muro de Berlín en 1965. Esta versión consistía en un muro de concreto, complementado con vigas de acero.
La cuarta versión del Muro de Berlín, construida desde 1975 a 1980, fue la más complicada y laboriosa. Consistía en losas de concreto de 3.6 m de alto y 1.2 m de ancho.
El Muro de Berlín comenzó como una simple cerca, pero con el tiempo evolucionó en un complejo sistema disuasorio. Para la época en que cayó el Muro de Berlín, 1989, existía una tierra de nadie de 300 metros, una pared interna adicional, soldados patrullando con perros, fortificaciones anti-vehículos, cercas eléctricas, sistemas de luz masivos, torres de vigilancia, bunkers y campos minados.
La mayor parte de la frontera entre Este y Oeste consistía en líneas de medidas preventivas, sólo había un puñado de pasos oficiales a lo largo del Muro de Berlín. Estos pasos, llamados puntos de control, eran para el infrecuente uso de oficiales y otros con permiso especial para cruzar la frontera. El más famoso de ellos, era el Punto de Control Charlie, ubicado en la frontera entre Berlín Este y Oeste, en Friedrichstrasse. El Punto de Control Charlie era el mayor punto por el cual cruzaba la frontera el personal aliado y los occidentales.
Poco después de construirse el Muro de Berlín, el Punto de Control Charlie se convirtió en un ícono de la Guerra Fría, y fue incluido frecuentemente en películas y libros ambientados en este período.
El Muro de Berlín impidió que la mayoría de los alemanes del este emigrara al Oeste, pero no todos. Durante la historia del Muro de Berlín, se estima que unas 5000 personas pudieron cruzarlo a salvo.
Algunos intentos exitosos fueron simples, tales como arrojar una cuerda y escalar. Otros fueron violentos, como envestirlo con un camión y abrirse paso.
A medida que el Muro se tornó más fuerte y extenso, los intentos de escape se volvieron más planificados y complejos. Algunas personas excavaron túneles desde los cimientos de edificios en Berlín Este, bajo el Muro de Berlín, y hacia Berlín Oeste. Otras cosieron ropas y dieron forma a un globo de aire caliente, volando sobre el Muro.
Desafortunadamente, no todos los intentos de escape fueron exitosos. Dado que los guardias de Alemania del Este poseían permiso para disparar a cualquier persona que se acercada al lado este del Muro de Berlín sin advertencia, siempre había riesgo de muerte en los intentos de fuga. Se cree que entre 100 y 200 alemanes del este murieron intentando escapar.
Uno de los casos más infames de intentos fallidos tuvo lugar el 17 de agosto de 1962. En las primeras horas de la tarde, dos jóvenes de 18 años corrieron hacia el Muro con la intención de escalarlo. El primero de ellos, logró hacerlo. El Segundo, Peter Fechter, no tuvo tanta suerte. Cuando se aprestaba a trepar el Muro, un guardia abrió fuego. Peter, herido, continuó escalando, pero al llegar a la parte superior, quedó sin energías. Permaneció tendido, con su cuerpo colgando hacia el lado de Alemania del Este de la frontera. Para atónito del mundo entero, simplemente lo abandonaron allí. Los guardias de Alemania del Este no le dispararon nuevamente ni acudieron en su ayuda. Peter gritó agonizante durante cerca de una hora. Una vez que se desangró, los guardias bajaron su cuerpo. Se convirtió en la persona número 50 en morir en el Muro de Berlín, y en símbolo de la lucha por la libertad.
La última víctima del Muro de Berlín fue Chris Gueffroy, quien el 6 de febrero de 1989, murió ametrallado cuando, en compañía de otro joven que sí se salvó, intentó pasar a nado el canal que atraviesa la ciudad después de cruzar el muro.
La caída del Muro de Berlín ocurrió tan súbitamente como su construcción. Había signos de que el bloque comunista se debilitaba, pero los líderes de Alemania del Este insistían en que sólo era necesario un cambio moderado, y no una revolución drástica.
A medida que el comunismo comenzó a caer en Polonia, Hungría y Checoslovaquia en 1988 y 1989, se abrieron nuevos destinos a los alemanes del este que deseaban marcharse al oeste. Inesperadamente, la noche del 9 de noviembre de 1989, el oficial de gobierno de Alemania del Este, Günter Schabowski, anunció, “Podrán realizarse reubicaciones permanentes a través de todos los puntos de control de la frontera de Alemania del Este a Alemania del Oeste o Berlín Oeste.”
Los habitantes quedaron desconcertados. ¿Las fronteras realmente estaban abiertas? Titubeantes, se acercaron a las fronteras, y encontraron que los guardias dejaban pasar a la gente. Muy pronto el Muro de Berlín se encontraba desbordado por personas de ambos lados. Algunos comenzaron a golpear el Muro con martillos y cinceles. La celebración se desató a lo largo del Muro de Berlín. Con personas abrazándose, besándose, cantando, vivando y llorando.
Con la caída del Muro de Berlín, Alemania del Este y Oeste se reunificaron, dando forma a un único estado alemán el 3 de octubre de 1990.
Fuente : www.recuerdosdepandora.com