En junio de 1859 tuvo lugar la sangrienta batalla de Solferino, en donde el ejército austríaco fue derrotado por los ejércitos de Francia y del Reino de Cerdeña.
Un hombre de negocios suizo llamado Henry Dunant, fue testigo de aquel brutal espectáculo. Después de más de quince horas de lucha, el campo de batalla tenía un aspecto realmente escalofriante. Unos 40.000 hombres heridos fueron abandonados en el campo de batalla y la poca asistencia médica que recibieron fue totalmente inútil e inadecuada.
Dunant comenzó a ayudar a algunos de los heridos desesperado e impotente ante la muerte de muchos de ellos por falta de primeros auxilios. Un soldado herido le comentó: “si hubiera sido atendido antes podría haber vivido, pero ahora moriré”. Efectivamente, este soldado falleció.
Todo esto conmovió a Dunant tanto que escribió un libro titulado “Un recuerdo de Solferino” contando la experiencia, y promovió la formación de una organización internacional de ayuda. En 1864, en la Convención de Ginebra, se tomaron sus ideas como base para la creación de una agencia internacional de ayuda, la Cruz Roja Internacional.
Para proteger a los médicos y a los enfermeros que actuaban en el campo de batalla auspiciados por este organismo internacional, se decidió crear un símbolo que los identificara como neutrales. En homenaje a Dunant, y a la bandera de su país, que apoyó desde un primer momento su iniciativa, se tomó como símbolo una cruz roja, invirtiendo sus colores.
En 1901, Henry Dunant recibió el Premio Nobel de la Paz.
Un hombre de negocios suizo llamado Henry Dunant, fue testigo de aquel brutal espectáculo. Después de más de quince horas de lucha, el campo de batalla tenía un aspecto realmente escalofriante. Unos 40.000 hombres heridos fueron abandonados en el campo de batalla y la poca asistencia médica que recibieron fue totalmente inútil e inadecuada.
Dunant comenzó a ayudar a algunos de los heridos desesperado e impotente ante la muerte de muchos de ellos por falta de primeros auxilios. Un soldado herido le comentó: “si hubiera sido atendido antes podría haber vivido, pero ahora moriré”. Efectivamente, este soldado falleció.
Todo esto conmovió a Dunant tanto que escribió un libro titulado “Un recuerdo de Solferino” contando la experiencia, y promovió la formación de una organización internacional de ayuda. En 1864, en la Convención de Ginebra, se tomaron sus ideas como base para la creación de una agencia internacional de ayuda, la Cruz Roja Internacional.
Para proteger a los médicos y a los enfermeros que actuaban en el campo de batalla auspiciados por este organismo internacional, se decidió crear un símbolo que los identificara como neutrales. En homenaje a Dunant, y a la bandera de su país, que apoyó desde un primer momento su iniciativa, se tomó como símbolo una cruz roja, invirtiendo sus colores.
En 1901, Henry Dunant recibió el Premio Nobel de la Paz.