LA SEGUNDA GUERRA EN CASA


Acorazado de bolsillo Admiral Graf Spee
El Tratado de Versalles prohibía a Alemania armar barcos de más de 10.000 toneladas; por esta limitación, los técnicos alemanes se habían ingeniado para montar verdaderas fortalezas flotantes en miniatura, que por su velocidad y potencia eran el orgullo de la ingeniería naval del Tercer Reich.


El Graf Spee era técnicamente un acorazado de bolsillo, con una estructura de planchas de acero, equipado con motores Diesel y 28 bocas de fuego. El buque tenía una tripulación compuesta por 44 oficiales y 1.050 suboficiales y marinos. Podía navegar a 26 nudos y tenía una autonomía de 19.000 millas. Contaba con dos torres, cada una con tres cañones de 280mm. y un blindaje de 140mm en la superestructura y partes vitales. El armamento secundario estaba compuesto por ocho torres de 150mm/cuatro por banda, además de armamento antiaéreo, seis tubos lanzatorpedos de 533 mm y dos hidroaviones tipo Arado.  

Antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el acorazado alemán debía tomar posición en el Atlántico Sur para sorprender a las desprevenidas naves enemigas, y su accionar fue muy fructífero: del 30 de Septiembre al 7 de Diciembre de 1939 hundió 9 vapores.

El comodoro de la flota inglesa, compuesta por el crucero pesado Exeter y los ligeros Ajax y Achilles, informado del ataque a un barco mercante llamado Streonshalh, decidió recorrer y vigilar la zona del hundimiento, ya que el Streonshalh había indicado por radio su posición antes de sumergirse definitivamente.

El encuentro se produjo el 13 de Diciembre de 1939 al amanecer, frente al Río de la Plata. El Graf Spee abrió fuego a las 06.17 contra el Exeter y lo averió seriamente, pero gracias a la certera actuación de los otros dos cruceros no pudo dar su golpe definitivo. Viéndose en inferioridad de condiciones, el Capitán Hans Langsdorff trató de escaparse con una cortina de humo, buscando refugiarse en un puerto neutral. Luego de un acuerdo diplomático en el puerto de Montevideo, las autoridades le permitieron entrar por 72 horas, pero luego debía partir mar adentro, lo cual era una tarea suicida, o quedar confinado en el puerto de Montevideo por el resto de la guerra. Estas alternativas resultaban deshonrosas a Hitler, que ordenó el hundimiento inmediato del Graf Spee.

El 17 de Diciembre, una hora antes de que expirase el plazo de Uruguay, el Graf Spee salió del puerto, y a las 20:00 Hs, frente a una multitud el Graf Spee explotó en llamas y voló por los aires, y se hundió a 4 millas del puerto, lo hizo lentamente a vista de todos desde tierra. 


Antes del hundimiento, y sin que el Führer tuviera conocimiento, la tripulación fue traspasada a barcas argentinas que la llevaron a Buenos Aires. 

Hans Langsdorff en Buenos Aires (1939)
El 22 de diciembre de 1939, 1.055 marinos del Graf Spee llegaron a la Dársena Norte. El destino de muchos de estos hombres despertó no pocos mitos y fue obsesión de investigadores y curiosos. Las fugas permanentes, el retorno de muchos de ellos al frente de combate y la participación en actividades de espionaje rodearon a la historia de misterios. Lo cierto es que años más tarde, tres miembros de la tripulación del Graf Spee se convirtieron en propietarios de lotes en el balneario de Villa Gesell, cuyas primeros habitantes, como su fundador, fueron de origen alemán.

En la tarde del 19 de diciembre de 1939, Hans Langsdorff, luego de escribir cartas a su familia y a sus superiores, se envolvió en la "bandera de combate" del Graf Spee y se disparó, hipotéticamente para evitar represalias. Pero en todo caso, salvó la vida de su tripulación.

Para 1942 ya quedaba poco del buque visible sobre el agua. Compañías Uruguayas de salvamento cortaron la superestructura para  aprovechar el acero y el pecio fue abandonado hacia 1943.