ORACION DEL PADRE MUGICA


"Señor: Perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.
 Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.
 Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.
 Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.
 Señor: Yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.
 Señor: perdóname por decirles 'no sólo de pan vive el hombre' y no luchar con todo para que rescaten su pan.
 Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí.
 Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.
Señor: quiero estar con ellos a la hora de la luz."

Carlos Mugica (1930-1974), cuyo nombre completo era Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe, fue un sacerdote argentino vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y a las luchas populares de la Argentina de las décadas de 1960 y 1970. La mayor parte de su labor comunitaria tomó lugar en la Villa de Retiro, que extraoficialmente lleva su nombre. Fue el fundador de la parroquia Cristo Obrero.

Debido a su "opción por los pobres" concretada en una activa militancia social y por su independencia política recibió críticas de todos los sectores y varias amenazas de muerte y diversos ataques e intentos de matarlo. 

El 2 de julio de 1973, una organización autodenominada Acción Nacionalista Argentina, colocó una bomba en el domicilio de Mugica. Una semana después, a las dos de la madrugada, dos individuos ingresaron al edificio donde vivía el sacerdote, cortaron la electricidad de los ascensores y comenzaron a golpear su puerta al grito de “¡Carlos, abrí!”. Mugica no estaba en su casa. Desde el retorno a la democracia, en 1973, cuando se le preguntaba a Mugica por el tema de la violencia, él respondía invariablemente:
–Estoy dispuesto a que me maten, pero no a matar.

El 11 de mayo de 1974 fue emboscado y acribillado cuando se disponía a subir a su automóvil Renault 4 azul estacionado en la puerta de la iglesia de San Francisco Solano de la calle Zelada 4771 en el barrio porteño de Villa Luro donde acababa de celebrar misa.

Algunas versiones señalaban a la organización Montoneros como autores del crimen, y se apoyaban en las diferencias políticas que se sabía existían entre ellos. Mugica, fiel a sus principios religiosos, se opuso siempre a la violencia y a la lucha armada, como lo expresó  durante la misa del 7 de diciembre de 1973: 
- “Como dice la Biblia, hay que dejar las armas para empuñar los arados”.

Con el tiempo, la opinión mayoritaria se inclinó por imputar el crimen a la organización de derecha Alianza Anticomunista Argentina (La Triple A), orientada por el ministro López Rega. Según algunas versiones de testigos, el autor del hecho fue un individuo con bigotes, quien se cree que era Rodolfo Eduardo Almirón, cabecilla de dicha organización, baleándolo con varios disparos con una ametralladora Ingram MAC-10 que le afectaron seriamente el abdomen y el tórax, falleciendo a los pocos minutos al ser trasladado a un hospital cercano. Ese modelo de arma fue el frecuentemente utilizado en atentados por la Triple A.