Oficialmente el primer astronauta, en este caso cosmonauta, fue el ruso Yuri Gagarín a bordo de la nave Vostok 1. Despegó desde el cosmódromo de Baikonur el 12 de abril de 1961 y su periplo alrededor del planeta duró 108 minutos. Sin embargo la realidad es otra y la historia le ha quitado el mérito a Wan Hu, un funcionario imperial de la dinastía Ming que en el siglo XVI, se convirtió en el primer astronauta de la historia.
Wan Hu tenía cierta obsesión por las estrellas, y un buen día mientras contemplaba una exhibición de fuegos artificiales, tuvo una brillante idea: utilizaría la propulsión de los cohetes para acercarse a las estrellas.
Tras hacer los oportunos cálculos y estudios, construyó una nave espacial, que básicamente consistía en una silla fijada a una tabla de madera que sería propulsada al espacio por 47 cohetes del mismo tamaño, los más grandes que pudo conseguir. Sin embargo, a simple vista el diseño obviaba algo fundamental: Wan Hu no había considerado el viaje de regreso.
El día del lanzamiento se vistió con sus mejores galas, la ocasión así lo ameritaba, se subió a la silla y dispuso a 47 ayudantes, uno por cohete, para que prendiesen la mecha al mismo tiempo. Wan Hu dio la orden, encendieron los cohetes y se alejaron. Tras una gran explosión, y cuando el humo se disipó, comprobaron que la nave y Wan Hu habían desaparecido.
Nada se volvió a saber de Wan Hu. Como las alas de Icaro se derritieron al arrimarse al sol, así se esfumó su ansia de conocer las estrellas. Nosotros quisimos rendirle un pequeño homenaje y hacer justicia en honor a él, el verdadero primer astronauta de la historia.
GB - La Sodera - 2012