Cuando gracias a la Asociación Civil Luchemos por la Vida, nos enteramos que Argentina ostenta uno de los índices más altos de mortalidad producida por accidentes de tránsito: 22 personas mueren por día, unos 8.000 muertos por año, y más de 120.000 heridos anuales de distinto grado y que esa cifra es significativamente elevada si se la compara con los índices de otros países, en relación a su población y número de vehículos circulantes, nos surgen las preguntas de siempre, por ejemplo:
¿Por qué no se dictan en la escuela cursos sobre seguridad vial?
¿Por qué seguimos hablando por teléfono mientras manejamos?
¿Por qué no usamos el cinturón de seguridad?
¿Por qué llevamos a los niños en el regazo o en el asciento del acompañante?
¿Por qué usamos vehículos que no están en condiciones de transitar?
¿Por qué los motociclistas no usan su casco?
Pero sobre todo nos preguntamos ¿Por qué se fabrican vehículos que pueden llegar a los 200 km p/h si el máximo de velocidad permitida en ruta es de 130 km p/h?
Por Gabriel Real | La Sodera 2012
Por Gabriel Real | La Sodera 2012