THOMAS EDISON, PERSEVERA Y TRIUNFARAS

Cuando Thomas Alva Edison (1847-1931) inventó la bombilla, no le salió a la primera, sino que realizó más de mil intentos, hasta el punto de que uno de los discípulos que colaboraba con él en el taller le preguntó si no se desanimaba ante tantos fracasos. Y aquí entra la cuestión de la percepción del error, porque Edison respondió: "¿Fracasos? No sé de qué me hablas. En cada descubrimiento me enteré de un motivo por el cual una bombilla no funcionaba. Ahora ya sé mil maneras de no hacer una bombilla".

Pero va más allá la paciencia del inventor más prolífico de la historia - se le atribuyen más de 1300 patentes-, porque cuando tenía 32 años, durante ochocientos días y ochocientas noches y apoyado por sus colaboradores, tuvo la paciencia de ensayar con seis mil fibras diferentes: vegetales, minerales, animales y incluso humanas, puesto que probó hasta con un pelo de la barba rojiza de uno de sus colaboradores.

Al fin, el 21 de octubre de 1879 Edison realizó la primera demostración pública de la bombilla incandescente antes tres mil personas reunidas en Menlo Park (California). Esa primera bombilla lució durante 48 horas ininterrumpidamente.