Franz Liszt, nacido en 1811, es uno de los más reconocidos y reputados músicos de la historia. Se hizo famoso por toda Europa gracias a su virtuosismo con el piano y posiblemente fue el más capaz pianista de su época y uno de los mejores de todos los tiempos. También fue un importante compositor, un profesor con dotes y un buen director de orquesta.
A mediados del siglo XIX se dedicó a hacer giras de conciertos por toda Europa con un éxito memorable. Contribuyó al aumento de su reputación el hecho de que el pianista donara gran parte de sus ingresos a la caridad y causas humanitarias. Fue en uno de estos recitales cuando dio muestras de un fino chispazo de humor frente al mismo zar ruso.
El caso es que el zar no hacía más que charlar y charlar con uno de sus cortesanos durante el concierto. De repente, Liszt paró la música dejando a todos asombrados. El zar le preguntó: “¿Por qué habéis dejado de tocar?”. El músico replicó con tranquilidad: “Cuando Su Majestad Imperial habla, todo el mundo debe callarse”.
De esta elegante y diplomática manera, Liszt puso en evidencia la irrespetuosidad del zar y dejó expuesta su propia disconformidad con el régimen.
A mediados del siglo XIX se dedicó a hacer giras de conciertos por toda Europa con un éxito memorable. Contribuyó al aumento de su reputación el hecho de que el pianista donara gran parte de sus ingresos a la caridad y causas humanitarias. Fue en uno de estos recitales cuando dio muestras de un fino chispazo de humor frente al mismo zar ruso.
El caso es que el zar no hacía más que charlar y charlar con uno de sus cortesanos durante el concierto. De repente, Liszt paró la música dejando a todos asombrados. El zar le preguntó: “¿Por qué habéis dejado de tocar?”. El músico replicó con tranquilidad: “Cuando Su Majestad Imperial habla, todo el mundo debe callarse”.
De esta elegante y diplomática manera, Liszt puso en evidencia la irrespetuosidad del zar y dejó expuesta su propia disconformidad con el régimen.