DEPORTE Y RACISMO


Jackie Robinson
Jackie Robinson (1919-1972) fue el primer jugador negro en ingresar a las Ligas Mayores de Béisbol. Aparte de su destacada carrera como jugador, realizó una firme actividad política y comunitaria por la igualdad de derechos y la lucha contra la discriminación.

Entre sus marcas más importantes se encuentra la de haberse robado 19 veces el home. Motivó a los Dodgers lo suficiente para llegar a 6 Series Mundiales en las diez temporadas que fue parte de la institución y estuvo seis veces en el Juego de Estrellas.

Pero su camino hacia el éxito no fue fácil, tuvo que soportar insultos de parte del público, que incluso le arrojaba maníes. Era objeto de epítetos raciales, cartas que contenían odio y amenazas a muerte, pitchers tirando hacia su cabeza y piernas, y catchers escupiendo en sus zapatos. Encaró una rebelión abortada de algunos de sus compañeros, amenaza de huelga de los St. Louis Cardinals y gatos negros tirados al campo. A pesar de esta presión él mantuvo siempre el control; por soportar todos estos vejámenes con silencio terminó ganándose el respeto de sus compañeros, y eventualmente el de sus contrincantes.

Jacke era negro, como lo es el jamaiquino Usain Bolt, el hombre más rápido del mundo, campeón mundial y olímpico de 100 y 200 m lisos. Como lo fue Joe Lewis, el mejor boxeador pesado de todos los tiempos, que cuando era anunciado en el ring el locutor hacía una pequeña aclaración "en este rincón el campeón del mundo, aunque de color, Joe Lewis". También es negro Tiger Woods, el Mozart del Golf, que por años triunfó en este deporte de blancos. El atleta sudafricano Josia Thugwane, además de ser negro, es especialista en maratón prueba en la que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, convirtiéndose en el primer atleta de su país en lograrlo. Negros son muchos de los jugadores de fútbol que aportan alegría y belleza a este deporte.

En el mundial de Francia de 1998, donde se consagró el seleccionado local, eran inmigrantes casi todos los jugadores que componían el equipo campeón y al ritmo de la Marsellesa iniciaban cada encuentro. Una encuesta realizada por aquel entonces reveló que el 40% de la población francesa tiene prejuicios raciales, pero todos celebraron el triunfo como si los negros y los árabes fueran descendientes de Napoleón.