EL GENOCIDIO ARMENIO


Entre 1915 y 1917, en plena Primera Guerra Mundial, el gobierno de los Jóvenes Turcos deportó y asesinó a un millón y medio de armenios. Los victimarios no sólo realizaron el primer genocidio del siglo XX con impunidad, sino que se cuidaron de borrar todos los rastros y pruebas de la masacre con una prolijidad rayana en lo obsesivo.

En un principio se enviaba a los hombres y jóvenes al desierto, con la excusa de la Primera Guerra Mundial, pero iban sin armas, y se los dejaba morir de hambre. Después se deportó a mujeres y niños, que también murieron de hambre y de frío.  Se obligaba a cientos y miles de personas a caminar y caminar en marchas forzadas de la muerte.

El genocidio se podría decir que dio comienzo el 24 de abril de 1915, fecha en la que se conmemora esta masacre. Ese día las autoridades del Imperio Otomano detuvo a 250 intelectuales armenios. Acto seguido se expulsó a los demás armenios de sus hogares, y comenzaron las marchas de la muerte, de cientos de kilómetros a través del desierto de Siria, sin alimentos ni agua.
Los armenios son cristianos, y los turcos musulmanes. Esto no fue un problema en toda la extensa historia del Imperio Otomano, pero cuando los Jóvenes Turcos dieron un golpe de estado en 1909, las cosas cambiaron. La principal ideología de estos reformistas era un nacionalismo acérrimo. Si bien antes habían ocurrido siempre roces entre los grupos religiosos, incluso matanzas de miles de armenios. Lo peor llegó años después, durante la Guerra.

Enver Pachá, líder de la revolución de los Jóvenes Turcos y del gobierno Otomano hasta finales de la Primera Guerra, culpó a los armenios de la derrota que estaba sufriendo el ejército turco en el frente con Rusia. Y así comenzó la persecución y la masacre sistemática.

El gobierno de Turquía sigue diciendo hoy en día que en esos tiempos murió mucha gente, pero no aceptan que haya sido un genocidio. Dicen que fue un período confuso de luchas interétnicas, y que hubo hambrunas, pero no un asesinato premeditado de cientos de miles de personas.

Incluso está prohibido hablar sobre el tema allí. El escritor Orhan Pamuk, premio Nobel de Literatura, fue enjuiciado con el cargo de “denigrar la identidad nacional” al hacer público el Genocidio Armenio.