EL DIA QUE ENHAMED SE VOLVIO PEZ


Hasta los ochos años Enhamed miraba una piscina y se quedaba fuera, ya que no sabía nadar. Enhamed era un chiquillo que jugaba en el Parque Santa Catalina y en Las Canteras con sus amigos, como todos los de su edad. Pero Enhamed ya era distinto, se crió en Gran Canaria mientras sus padres vivían en el Sáhara ocupado por Marruecos. Con las presencias y las ausencias Enhamed nunca perdió su sonrisa.

Un glaucoma le quitó la vista a los 9 años. El niño ya no podría correr por Las Canteras como lo hacía antes. La ciudad se convirtió en una jungla llena de barreras. La arena del desierto saharaui enferma los ojos de muchos niños, los padres de Enhamed creían que en Gran Canaria podría salvarse de ese peligro. Pero el destino no siempre coincide con los deseos, y la maldita enfermedad dejó al chiquillo ciego.

En medio de la oscuridad alguien le dio la mano a Enhamed y lo invitó entrar en una piscina. La vida le cambió de repente. Enhamed se volvió pez.

"Fuera del agua todo son obstáculos, dentro puedo ser todo lo que yo quiera”, contó.

El pez grancanario nadó en Pekín 2008 animado por miles de personas de todos los países. Batió dos récords mundiales y se llevó cuatro medallas de oro.