EL ULTIMO QUE CIERRE LA PUERTA


Qué bueno sería poder desenmascarar a quienes generan malas noticias, a quienes fabrican armas y hacen después la guerra, y gritar a los cuatro vientos piedra libre menganito y sultanito.

Qué bueno sería del mismo modo, poder liberar a la gente que se nos ha ido, encontrar a tantos niños perdidos, y gritar con todas nuestras fuerzas, piedra libre para todos mis cumpas!!!


Qué bueno sería prescindir de los que se enriquecen con nuestro esfuerzo y nos empobrecen con su codicia, y poder decirles a la cara: espejito rebota y a vos te explota.

Qué bueno sería en la vorágine de trabajo de cada día, escuchar el timbre y poder salir corriendo al recreo, olvidarnos de todo por un rato y jugar con nuestros amigos al arquerito o a las fichus.

Qué bueno sería, si te toca cruzarte con un delincuente, poder cruzar los dedos y decir pido gancho el que me toca es un chancho.

Qué bueno sería en esos momentos que las deudas nos apremian, que todo nos aumentan menos nuestro sueldo, que no llegamos a fin de mes y no sabemos qué decir a nuestros hijos, poder usar la plata del Estanciero.

Qué bueno sería poder construir nuestra casa con Rastis y las fábricas con el Mecano; que no hubiera más armas que la ballesta Codel; que las guerras fueran sólo de pasteles; y que los autos anduvieran a cuerda.

Qué bueno sería que la vida fuese un juego; que cuando nos toque irnos, sólo sea de paseo, y pudiéramos decir riendo: el último que cierre la puerta.

GB | La Sodera | 2012