Albert Schweitzer (Alsacia, Alemania, 14 de enero de 1875 - Lambaréné, Gabón, 4 de septiembre de 1965) fue un médico, filósofo, teólogo protestante, y músico franco-alemán, de origen alsaciano (provincia actualmente francesa que al momento de su nacimiento estaba bajo ocupación alemana).
La visión del mundo de Schweitzer estaba basada en su idea de la Reverencia por la vida, que él creyó que fue su mayor y más simple contribución a la humanidad. Él veía una decadencia en la civilización occidental, debido a un paulatino abandono de las raíces éticas: las de la afirmación de la vida.
Su convicción más firme era que el respeto por la vida es el principio más alto.
La ética, según Schweitzer, consiste en la obligación de demostrar que la voluntad de vivir de uno mismo y la de cada ser tienen la misma reverencia de lo que es propio. En las circunstancias donde no podamos satisfacer esta obligación, no debemos caer en el derrotismo, puesto que la voluntad de vivir se renueva una y otra vez, como resultado de una necesidad evolutiva y de un fenómeno con dimensión espiritual.
Desde que venimos al mundo, se nos ofrece un drama horrible: el hecho de que la voluntad de vivir, mirado como suma de todo lo que el individuo quiere, se divide contra sí mismo. Una existencia es enfrentada contra otra, una destruye a la otra. Sólo mediante el pensamiento el ser adquiere la voluntad de vivir, siendo consciente de la voluntad de vivir del otro y del deseo de solidaridad con él.
El respeto por la vida, como resultado de la contemplación en la propia voluntad consciente de vivir, conduce al individuo a vivir al servicio de la gente y de cada criatura viva.
Schweitzer fue muy respetado por poner en práctica estas teorías en su propia vida.
Pasó la mayor parte de su vida en Lambaréné, en la actual Gabón, África. Tras finalizar sus estudios en medicina en 1913, se trasladó a ese país con su esposa en donde estableció un hospital cerca de una misión ya existente. Allí trató y atendió literalmente a millares de pacientes. Tomó a su cargo el cuidado de centenares de leprosos, y trató a muchas víctimas del mal africano enfermedad del sueño.
En 1914 comienza la Primera Guerra Mundial y, como ciudadanos alemanes en territorio francés, Schweitzer y su esposa fueron hechos cautivos y confinados temporalmente a su casa. En 1917 los internaron en Garaison, Francia, y en 1918 en la Provincia de Saint Rémy. Allí estudió y escribió tanto como le fue posible en la preparación, entre otros, de su famoso libro Culture and Ethics (publicado en 1923). En julio de 1918 se le concedió la libertad, y mientras trabajaba como auxiliar médico y ayudante de vicario en Estrasburgo, pudo acabar su libro. Con el tiempo, comenzó a dar conferencias sobre sus ideas, dondequiera que lo invitaran. Nó sólo deseaba que su filosofía de la cultura y la ética se conocieran ampliamente; también le servía como medio para recaudar fondos para la fundación de un hospital en Lambaréné, para el cual no dudó en vaciar sus propios bolsillos.
En 1924 volvió a Lambaréné, donde dirigió la reconstrucción de su viejo hospital, después de lo cual reanudó sus prácticas médicas. Pronto dejó de ser el único doctor del hospital, y siempre que le fue posible viajó a Europa para dar conferencias en distintas universidades. Poco a poco sus opiniones y conceptos fueron ganando reconocimiento, no solamente en Europa sino en todo el mundo.
En 1952 se le otorgó el Premio Nobel de la Paz.