Todos conocemos a “tío Sam”, el símbolo oficial de los EEUU, aquel anciano vestido con los colores estadounidenses que nos señala desde un cartel. Si alguna vez te has preguntado de dónde proviene este símbolo nacional de Estados Unidos, te sorprenderás al descubrir que la respuesta es menos épica de lo que parece. Muchos piensan que es la figura de un presidente, pero la realidad es muy diferente, se trata de un carnicero.
El origen de esta imagen es Samuel Wilson, un comerciante de carnes que suministraba al Ejército de EEUU durante la guerra de 1812.
Cuando el gobernador de Nueva York, Daniel D. Tompkins, visitaba la planta de Wilson, observó que los barriles de carne que esperaban ser despachados llevaban impresas las marcas “EA-US’ en grandes letras. El gobernador preguntó qué representaban aquellas iniciales. Uno de los mozos respondió que estos barriles iban dirigidos a un contratista llamado Elbert Anderson, y en tono de broma añadió que US significaba uncle Sam (tío Sam) Wilson. Los hambrientos soldados acogieron esta familiar forma de referirse a las siglas que marcaban esos barriles tan esperados y el responsable de que les llegasen, Samuel Wilson sería desde entonces su tío Sam.
Tanto fue el éxito de este alias, que medio siglo después, este carnicero fue reconocido oficialmente por el gobierno de EEUU como el prototipo del Tío Sam. Tuvo que esperar hasta 1961 para convertirse en emblema oficial de su país cuando el Congreso estadounidense aprobó una resolución que lo declaró ‘representante del símbolo nacional de Estados Unidos’. El famoso cartel con el hombre de labios apretados y mirada inquisidora no llegó hasta mucho después, y fue utilizado con mucho éxito para reclutar soldados para varias guerras. Bajo el anciano “carnicero’ se incluyó en letras grandes: I want you for the US Army (Te quiero para el ejército de los EEUU).
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